Entrevista a Carme Muntané y Fernando Mejías, responsables de Amalqeia
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» ¿Quién hay detrás de Amalqeia?
Detrás de Amalqeia están
nuestros “expertos”, equipo formado por personas afectadas con el
síndrome de Asperger o con el trastorno del espectro autista de alto
funcionamiento (TEA), que día a día demuestran su capacidad por encima
de su discapacidad.
Inicialmente hay dos personas con una idea que se
traduce en un proyecto, voluntad para llevarlo adelante y muchísimo
trabajo, sin capital y escasos apoyos, pero convencidos de que es
posible.
Amalqeia es, pues, un desafío, un proyecto que ya ha empezado a andar.
» Ustedes disponen de amplias trayectorias profesionales en el sector editorial, ¿qué les impulsó a fundar Amalqeia?
Conocemos de primera mano los problemas de personas con discapacidad o,
mejor dicho, otras capacidades, en concreto las personas afectadas con
el síndrome de Asperger, digamos que una subclase dentro del TEA.
Se trata de un colectivo muy diverso en intereses,
capacidades e incluso estabilidad emocional. Son personas con
capacidades intelectuales normales e incluso en algunos casos superiores
a la media, pero que procesan el medio social de forma diferente.
Una de las peores etapas de
su vida acostumbra a ser la adolescencia y primera juventud, que
coincide con la etapa formativa más importante. El hecho de no seguir
estos estudios “normativizados” les impide acceder a puestos de trabajo
cualificados.
Son detallistas, pacientes y
con gran capacidad retentiva. Acostumbran a ser más eficientes en
trabajos técnicos y, si tienen claros los objetivos, son persistentes
hasta conseguirlos.
Nuestra dilatada y amplia
experiencia en el sector editorial nos hizo ver que era posible
establecer protocolos de trabajo y crear procesos detallados que
garantizaran los niveles de calidad que este tipo de trabajo requiere.
Todo ello bajo la premisa principal de permitir que el colectivo de
trabajadores participara plenamente en todas las tareas a realizar,
según las capacidades y potencialidades de cada uno.
» Amalqeia se define
como una empresa innovadora. ¿Cuáles son los elementos innovadores que
consideran más destacables de su iniciativa?
La formación y contratación de empleados en nuestra
empresa se dirige a un colectivo novedoso, por cuanto es bastante
desconocido, ya que aún se está luchando para mejorar los diagnósticos.
Hay mucho por hacer, nosotros aportamos nuestro granito de arena y
aprovechamos nuestra iniciativa para realizar divulgación respecto a su
potencial y capacidades.
Amalqeia es una de las
primeras empresas europeas dirigida específicamente a este colectivo.
Además, como organización, queremos ser un vivero de microempresas que
generen nuevos puestos de trabajo para colectivos con “otras
capacidades”. Es posible ampliar la oferta existente y ofrecer nuevas
posibilidades en sectores de actividad que no sean exclusivamente
manipulativos, sino más técnicos o “intelectuales”.
» Carmen es una
profesional con una larga trayectoria en el sector editorial. ¿Cómo ha
aprovechado sus conocimientos y experiencias para impulsar esta nueva
iniciativa?
Para el éxito de este
proyecto y otros similares es básico tener un conocimiento profundo del
campo profesional en el que se desenvolverá. No solo es preciso saber,
y mucho, sino saber enseñar, y hay que tener voluntad de ello. En este
caso, estamos desarrollando e implementando protocolos que sirvan de
guía para la realización de cada uno de los trabajos. Lo combinamos con
la intervención y colaboración de los profesionales sanitarios de
referencia definiendo itinerarios personalizados para cada uno.
» Ustedes describen Amalqeia con el concepto “responsabilidad social en la edición”. ¿En qué consiste esta responsabilidad social?
Responsabilidad social empresarial se define como la
contribución activa y voluntaria al mejoramiento social, económico y
ambiental por parte de las empresas. Creemos que Amalqeia responde a
esta definición por su propia naturaleza:
- creamos un entorno de comunicación, laboral y de aprendizaje donde las personas, con sus capacidades y dificultades, son la riqueza y el capital primordial de la empresa,
- generamos nuevos puestos de trabajo que contribuyen a la activación económica,
- en nuestras actividades, priorizamos los sistemas, materiales y empresas respetuosas con el entorno y medio ambiente,
- y, en especial, fomentamos la comprensión de la verdadera pluralidad.
» Su equipo de
profesionales cuenta con personas con discapacidad: se trata de un
excelente ejemplo para la integración laboral. ¿Cómo comunican este
valor a sus clientes?
En nuestras visitas a clientes resaltamos este hecho
diferencial y demostramos que somos eficientes y competitivos: es la
forma más clara y directa que hemos encontrado de divulgar nuestro
proyecto: “el trabajo bien hecho”.
Y resaltamos que trabajamos para la inserción por medio de la formación a través de la experiencia.
» Frente a la situación actual de crisis económica, ¿qué les hace confiar y defender su producto?
Hay crisis económica, y es evidente, pero sigue
existiendo actividad económica. Debemos utilizar la que hay de forma
responsable, como punto de apoyo para crecer y generar nuevos puestos de
trabajo al amparo del concepto de “la redistribución de la riqueza
(trabajo)”, apoyado en “la igualdad de oportunidades”. Como valor
añadido, Amalqeia se enmarca en el “movimiento de economía social”. En
este aspecto, tiene un alto valor social y económico por la incidencia
en ahorro de costes a la seguridad social y otros adicionales, no menos
importantes, pero sobre todo, por la satisfacción que proporciona a
personas en riesgo de exclusión social y laboral el hecho de poder
contar con un trabajo de calidad y retribuido.
Afortunadamente, seguimos
creyendo en “las personas”, y pensamos que encontraremos en nuestro
camino personas, empresas e instituciones con la capacidad y voluntad
de apoyar nuestro proyecto (y esto es independiente de la crisis
económica).
» ¿Qué mensaje quieren transmitir a nuestros lectores?
En estos momentos lo que más
nos preocupa es la precariedad de medios; necesitamos algún pequeño
apoyo para equipamientos (ordenadores, programas, mobiliario, etc.).
Nos reímos de esta
precariedad con nuestros “expertos”, diciéndoles: “chicos, es la
diferencia entre empezar con un capital o solo con el esfuerzo”.
(Creemos que puede ser una buena lección para alguno de ellos.)
También nos gustaría tener la
oportunidad de demostrar que nos podemos convertir en un proveedor más
de su empresa o institución, o dicho claramente: “que nos encarguen
trabajos”.
Y a personas relacionadas con el colectivo les animamos a unirse a nuestro proyecto para aunar esfuerzos y recursos.
Para acabar: seguimos confiando en las personas.
Muchas gracias a Fundación
Prevent por su acogida a nuestro proyecto, y especialmente a su
Directora, Montse Moré Serra, por su inestimable apoyo.
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